sábado, 3 de febrero de 2018

CHIA, fuerza.

Buscando otro producto entre los estantes de la tienda, sentí una gran atracción por la Chía. Hago caso a mis apetitos intuitivos y al investigar sobre esta semilla encontré que está considerada como un SUPERALIMENTO, y que podría ayudarme a regular mi colesterol un poco elevado. 
No sabía apenas sobre esta semilla, una amiga me la nombró hace tiempo, y no recordaba sus cualidades.
La estoy tomando en la infusión o zumo del desayuno, aunque puede añadirse a ensaladas, postres y comidas. Entre una cucharadita y medio vaso diarios, la dosis puede variar, según el propósito de uso. 
Aquí comparto la información, que encontré sobre sus beneficios. 

La palabra maya para Chía es “fuerza”. Construye fuerza y resistencia ya que libera lentamente glucosa en el torrente sanguíneo. Pero ésta sólo es una de sus bondades. 
Conocida también como salvia hispánica es una planta herbácea. Su historia se ubica en el valle de México y se remonta a 3500 años AC. En la actualidad es cultivada principalmente en México y en el oeste de Argentina, también ha expandido sus cultivos a países como el Perú.

Con sólo una cucharada diaria de semillas de chia, estamos enriqueciendo nuestra dieta en Omega 3, Omega 6, proteínas, fibra, calcio y ácido fólico.

Las semillas de chía poseen altos niveles de ‘ácido alfa-linolénico’ (AAL). AAL es un ácido esencial, ya que no es producido por el cuerpo. Estos ácidos grasos insaturados son los aceites esenciales que su cuerpo necesita para ayudar a emulsionar y absorber las vitaminas liposolubles: A, D, E, y K.
Los ácidos grasos insaturados son esenciales para la actividad glandular normal, especialmente de las glándulas suprarrenales y la tiroides. Éstos nutren las células de la piel y son esenciales para mantener sanas las membranas mucosas.
La función de los ácidos grasos insaturados en el cuerpo mediante la cooperación de la vitamina D ayuda a la fabricación de calcio en los tejidos, contribuyendo también a la asimilación de fósforo, y estimulando la conversión de caroteno.

Posee “triglicéridos de cadena larga” en la proporción correcta para reducir el colesterol en las paredes arteriales.
Antioxidantes: Es una gran fuente natural de antioxidantes, incluyendo el ácido clorogénico, cafeico, miricetina, quercetina y flavonoides.
Reduce las oscilaciones de glucosa en la sangre y es compatible con las condiciones de la hipoglucemia y diabetes. La fibra soluble de chía ejerce una influencia estabilizadora sobre los niveles de glucosa en la sangre mediante la regulación de la velocidad a la que los hidratos de carbono complejos son digeridos y asimilados en el cuerpo… lo que implica también, altos niveles de energía estables.
Fuente de fibra: La Chía produce una especie de pasta espesa en el agua. Esta fibra soluble limpia los intestinos mediante la unión y transporte de los desechos de las paredes intestinales de manera que se puede eliminar de manera eficiente y con regularidad.
Provee de  gran energía: Tiene una alta energía en relación a su peso, (más que del trigo, maíz, arroz o avena) lo cual hace que sea una opción favorita para los corredores de larga distancia y otros deportistas.
Asimilación eficiente como fuente de proteínas, la semilla se digiere y se absorbe muy fácilmente. Esto resulta en un rápido transporte a los tejidos y la utilización por las células. Esta asimilación hace que sea muy efectiva durante períodos de crecimiento rápido, como en los niños y adolescentes. También es útil para el crecimiento y la regeneración de los tejidos durante el embarazo y la lactancia, y para la regeneración del tejido muscular.

Sin Gluten. A diferencia de las proteínas típicas de algunos granos, la proteína de la chía no contiene gluten. Es un alimento ideal para las personas que tienen sensibilidad al gluten, intolerancia a los carbohidratos, la hipoglucemia, enfermedad celíaca y enfermedad de Crohn.
Rico en diversas vitaminas. También contiene vitaminas B1 (tiamina), B2 y B3 (Niacina) además de las vitamina C, lo cual la convierte en un excelente alimento antioxidante como algunos de estos alimentos: piña, uva, mangos o carambolas.
La chía es un producto estable por años. A diferencia de las semillas de lino, las semillas de chía se pueden almacenar a temperatura ambiente durante 3-4 años.

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