La primavera es una explosión automática y natural, desde dentro hacia fuera, de una energía que hace que los seres vivos se revitalicen, energeticen, se dispongan a la reproducción, a la celebración de la vida. Si podemos dirigir la atención a plantas y animales podemos ver cómo se inician procesos de crecimiento, con brotes nuevos en las ramas, floración, cantos de cortejo en las aves... Si atendemos a nuestro interior, la misma energía nos atraviesa, aunque la manifestación de la misma dependerá de cómo la mente la interprete y la canalice en la acción. Lo que no podemos controlar son los procesos biológicos de nuestros órganos vitales, inmersos en una regeneración de los sistemas que dependiendo del estado previo, nos conducen por diferentes manifestaciones de reequlibrio, que etiquetamos de "enfermedades o afecciones"...


La acción y la receptividad, son dos tendencias energéticas, en la naturaleza y en nuestro interior, que bailan múltiples danzas, responsables de nuestras variadas experiencias.
Nuestra sociedad occidental, con el principio masculino predominante, valora la acción y descalifica la espera, quietud, o permisión, pero en esta actitud reside la posibilidad del milagro, entendido como aquella manifestación de un resultado cuya lógica desconocemos en el presente, pero que un propósito universal, mayor que nuestra conciencia actual, hizo que se manifestara, y que en un futuro próximo, comprenderemos. Entonces los milagros, se convertirán en mis logros, así como yo puedo presumir de las flores que cuidé en mi patio, conocedora de sus requerimientos, y sin embargo siempre consciente de que el Propósito universal de la Vida, las dirige, las habita, me habita, y me permite jugar la danza alterna de "controla y permite".
DISFRUTEN SUS CREACIONES TANTO COMO LOS MILAGROS, ESTA PRIMAVERA!!!
DISFRUTEN SUS CREACIONES TANTO COMO LOS MILAGROS, ESTA PRIMAVERA!!!
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